Durante el viaje por carretera desde Valladolid a Marbella, Michael Reckling sufrió una severa avería
en su automóvil, afortunadamente sin daños personales. Por este motivo, ha tenido que prorrogar su estancia
en Marbella tres semanas mientras reparaban la avería. Dice el refrán: “No hay mal que por bien no venga”.
Gracias a este contratiempo mecánico, ha aprovechado la espera para contactar con buena parte
de sus antiguas amistades de Marbella, de aquellos años 70 y 80. Gratos reencuentros después de muchos años,
donde ha compartido vivencias, recuerdos y un buen número de simpáticas fotografías que dan testimonio de ello.
En verdad que ha merecido la pena la espera, recompensada con momentos más que agradables. |